26 de enero de 2017

Actualización técnica sobre tucuras

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INTRODUCCIÓN
En el país existen 203 especies de tucuras y langostas (acridios) distribuidas en la mayoría de las provincias, de las cuales 14 generarían daños de relevancia económica. Entre las más dañinas, se destacan las especies  Dichroplus maculipennis (de alas manchadas) y D. elongatus, ya que no sólo atacan gramíneas sino también leguminosas y cultivos.
Si bien las tucuras y langostas están presentes todos los años, los mayores daños sobre la producción ganadera y agrícola se hacen más evidentes cuando imperan condiciones de sequía (menores precipitaciones a la media de la región). En esos momentos, ambos acridios son más voraces buscando perpetuar la especie, y además, se observan más claramente su presencia en el potrero y los daños sobre la producción (forrajes y cultivos agrícolas).
Las altas temperaturas, la falta de precipitaciones y suelos “no removidos” (campos naturales), permiten que aumente la supervivencia de los desoves, que permanecen bajo el suelo.  Además, la falta de humedad del suelo impide el desarrollo de patógenos que puedan llegar a alterarla viabilidad de los desoves.
Una especie de tucura constituye una plaga cuando registra una densidad de entre 6 y 10 insectos/m2. La cantidad de individuos por metro cuadrado determina el umbral de intervención –aplicación de algún método de control–. Más adelante se presentará en forma detallada los diferentes umbrales en función de cada cultivo, con el objetivo de  realizar un control adecuado y criterioso de la plaga.

DAÑO ECONÓMICO
Existen 2 tipos de daños económicos, los ocasionados a la ganadería (sobre los forrajes) y a la agricultura (sobre los cultivos de cosecha)
Daños a la ganadería
Se calcula que 40 tucuras/m2 comen la misma cantidad de forraje que un bovino. La existencia de 9 a 10 tucuras/m2 ocasiona un daño equivalente al 50 % de la capacidad receptiva del campo.
En años favorables para el desarrollo de las tucuras se han contado más de 100 por metro cuadrado.
Daños a la agricultura
Los daños a los cultivos de cosecha, especialmente a los estivales, dependerá del estado biológico (las saltonas y los adultos son los más voraces) y a la población de tucuras en el potrero. Los adultos al volar pueden ingresar al lote en forma de mangas y en pocos minutos “comer” a todo un cultivo.
En el caso específico de soja, densidades entre 20 y 40 tucuras/m2 producen mermas del 12% al 38% de la producción”, señaló el especialista Nicolás Iannone, especialista en manejo de plagas del INTA Pergamino –Buenos Aires–

CICLO BIOLÓGICO DE LAS TUCURAS

  • El ciclo biológico de las tucuras comienza con la postura de huevos de la hembra adulta durante los meses de verano-otoño.
  • La hembra coloca sus huevos dentro de hoyos realizados a 5 cm bajo tierra.
  • Cada desove contiene de 30 a 40 huevos y se realizan más de cinco posturas al año.
  • Los suelos que elige para depositarlos suelen ser sin remoción y con baja humedad.
  • Éstos permanecen bajo tierra todo el invierno y luego en primavera, cuando la temperatura del suelo aumenta (alrededor de 20°), se producen los nacimientos, eclosionando los huevos y salen las primeras ninfas conocidas como mosquitas, produciendo los “focos de nacimiento”. Las mosquitas se agrupan durante la noche y solamente se dispersan para comer en las horas de pleno sol. Este estadio dura alrededor de tres semanas (21 días) y pueden medir hasta 2,5 cm.
  • Durante la primavera-verano se desarrollan los estadios ninfales más avanzados hasta llegar a las tucuras conocidas como saltonas (donde tienen el tercer par de patas desarrolladas para saltar) que tienen gran voracidad. En este estadio, que puede durar entre 45 y 60 días según el clima y el alimento disponible, sufre tres mudas y presenta los esbozos alares. En total cumplen 5 estadios.
  • A partir del mes de diciembre-enero se pueden ver los adultos, ya dotados de sus alas funcionales y su sistema reproductor desarrollado. En este estadio, las tucuras son llamadas “voladoras”, siendo la hembra más grande que el macho. Llegada la temporada de otoño-invierno mueren luego de copular.
  • Éstos son los que están preparados para copular y dejar descendencia.
  • Las hembras adultas pueden llegar a depositar aproximadamente 350 huevos a lo largo de su vida (dependiendo de la especie).
  • Tanto las tucuras saltonas como las aladas son las de mayor preocupación para los productores ganaderos.
  • Tanto el saltar como el volar les permiten ampliar su desplazamiento, que a su vez es favorecido por el viento, lo que dificulta (para estos estadios) el control de las tucuras.

DIFERENCIAS  ENTRE  LANGOSTAS  Y  TUCURAS

UMBRAL  PARA  EL  “CONTROL  QUÍMICO”  DE  TUCURAS
Las consideraciones que se enuncian a continuación se deben tomar, exclusivamente, como comentarios orientativos para tomar algún criterio antes de realizar un control. 
  • ESTIMACION DE LA DENSIDAD DE TUCURAS (individuos / metro cuadrado)
  • ESTADO DE DESARROLLO DE LA POBLACION DE TUCURAS (distribución y proporción de mosquitas, saltonas y adultas)
  1. Es importante realizar el muestreo en días de sol, sin viento, entre 9,30 y 18,30 hs. con temperatura superior a 23 ºC.
  2. En el muestreo se realizan dos actividades, la determinación de densidad de tucuras y la determinación relativa del estado de desarrollo de la población.
  3. Para determinar la densidad de tucuras, se utiliza el método de los aros, que consiste en “colocar”  10 aros de 0,1 m2 (35,68 cm de diámetro)  en una transecta que represente la heterogeneidad del sitio, señalados con estacas, ya que la observación y conteo de tucuras se realiza al día siguiente de colocar los aros.
  4. Para realizar el conteo, al día siguiente de colocados los aros,  se avanza con cuidado hasta  cada aro y con un puntero se remueve la vegetación dentro del aro, contando las tucuras que saltan del mismo, anotando en una planilla, para luego referirla a tucuras por metro cuadrado. Este conteo debe hacerse con cuidado debido a la alta movilidad de las tucuras.
  5. Para determinar el estado de desarrollo de la población de tucuras, se utiliza una red entomológica (aro de 42 cm. de diámetro, red de  70 cm. de profundidad y mango de 120 cm.), en dos transectas cercanas a la anterior, dando 20 a 30 golpes a derecha e izquierda para recolectar las tucuras presentes. Se recolectan en bolsas de polietileno identificadas,  se guardan en cajas oscuras y se hace el recuento de mosquitas, saltonas y adultas en laboratorio, previamente pueden colocarse en freezer para facilitar la conservación y el conteo posterior.
El énfasis del control de la plaga se debe realizar, principalmente,  en estado de saltona.

INTERPRETACION DE LA INFORMACION OBTENIDA EN EL MUESTREO
Como regla general, se recomienda que:
  1. Normalmente, en el campo se encuentran  poblaciones de tucuras en diferentes estadios: mosquitas (fase I a III), saltonas (IV y V) y adultas. Por ende, la decisión de aplicar o no un producto químico dependerá de muchos factores. En general, se debe evitar que haya niveles superiores al 20% de tucuras de tamaño adulto, para evitar la postura de huevos (ovoposición).
  1. Tratar de controlar los “focos” en el potrero, calles o zonas perimetrales al campo, siempre y cuando, se observen Tucuras dentro de los primeros 5 estadios más algunos adultos (menor del 20% de la población).
  1. No aplicar insecticidas si la población de tucuras está en las primeras fases ninfales o mosquita (I a III). En estos casos se debe esperar a alcanzar el mayor número de nacimientos posibles antes de llegar al 20 % de adultos en la población. Se deberá seguir observando el lote dos veces por semana.

UMBRAL DE CONTROL EN LOS DIFERENTES CULTIVOS
1º.-CAMPO NATURAL:
  • Umbral de control: cuando se encuentran ±20 tucuras/m2, en diferentes estadios y con menos del 20% de Tucuras adultas.
2º.- PASTURAS PERENNES
a. Pasturas de menos de un año  (en plena implantación)
  • Umbral de control: cuando se encuentran ±3 a 5 tucuras/m2, en diferentes estadios y con menos del 20% de Tucuras adultas.
El momento para evaluar el umbral de control  (año de  implantación) es durante los primeros 2 meses en otoño, donde 1 tucura adulta en 20 m² hace mucho daño.  Cuando aparecen las primeras heladas las Tucuras mueren.
b. Pasturas de más de un año de implantada
  • Umbral de control cuando se encuentran ±10 a 12 tucuras/m2, en diferentes estadios y con menos del 20% de Tucuras adultas.
3º.- CULTIVOS DE COSECHA: SOJA, GIRASOL, SORGOS Y MAÍZ
a. Si las tucuras todavía “NO” entraron al lote, y se encuentran en potreros vecinos, se aconseja hacer un cerco o barrera perimetral  al mismo con varias pasadas de insecticida con equipo terrestre o aéreo, con la intención de impedir el ingreso al lote.
Aunque este consejo depende del tipo de tucuras que se observe ya que la “maculipennis” puede volar + de 10 mts de altura, por ende, puede sortear ese cerco o barrera perimetral.
De cualquier manera los que realicen tratamientos perimetrales deberán revisar los lotes agrícolas por lo menos 2 veces por semana.
b. Si las tucuras entraron al lote. Puede haber 2 variantes:
b.1. Que se encuentren en “focos”: en este caso se deben controlar estos focos considerando cada caso en particular. En general se debería aplicar insecticida cuando se observen alrededor del 5% de plantas dañadas, aunque si el cultivo esta en las primeras fases de crecimiento1 o 2 tucuras/m2 pueden hacer grandes daños. De ahí que se debe evaluar “in situ” la aplicación o no de insecticida, de acuerdo al desarrollo del cultivo y a los estadios de las Tucuras presentes.
b.2. Que se encuentren “diseminadas en todo el potrero”: En este caso, el criterio para aplicar insecticida dependerá del estado del cultivo, del daño que se observe en el mismo y de los estadios poblacionales de las tucuras. No obstante, si las plantas tienen poco desarrollo, como se dijo en el punto anterior, 1 o 2 tucuras/m2 pueden causar grandes daños.
Mientras que si el cultivo esta desarrollado (en etapa de floración o granazón), a veces no se aconseja tratar químicamente o para hacerlo se requiere un número superior a 5 o 8 tucuras/m2, especialmente, con presencia de  ±20% de adultos.
4º.- MOHA o MIJO (u otro cultivo de verano)
a. Altura del cultivo “inferior” a los 30 cm
  • Umbral de control cuando se encuentran ±3 a 5 tucuras/m2, en diferentes estadios y con menos del 20% de Tucuras adultas.
b. Altura del cultivo “superior” a los 30 cm
c. Umbral de control cuando se encuentran ±10 a 12 tucuras/m2, en diferentes estadios y con menos del 20% de Tucuras adultas.

PRODUCTOS FITOSANITARIOS 
Inscriptos para el Control de Acridios
Once son los productos autorizados para el control de tucuras según el estadio de desarrollo de éstas.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) recuerda que los insecticidas inscriptos en el Organismo para el control de acridios conocidos popularmente como tucuras son los siguientes:
  • fipronil,
  • fenitrotión,
  • dimetoato,
  • mercaptotion,
  • cipermetrina,
  • acefato,
  • carbaryl,
  • deltametrina,
  • clorpirifos,
  • esfenvalerato más fenitrotion
  • tiametoxam más lambdacialotrina
A continuación se especifica la dosis a aplicar por hectárea y el estadio de crecimiento que controla cada uno de los insecticidas autorizados por el Senasa.


FUENTES CONSULTADAS
1) Biología de la tucura y su ciclo de vida http://www.rionegro.com.ar/pulso/biologia-de-la-tucura-y-su-ciclo-de-vida-FPRN_4631252
2) INTA boletín de Tucuras. http://inta.gob.ar/sites/default/files/script-tmp-inta-boletin_tucura.pdf
3) La langosta en la provincia de Córdoba http://magya.cba.gov.ar/upload/La_langosta_en_la_provincia_de_Cordoba.pdf
4) Nivel de daño económico. http://clpazul.tripod.com/Tucura/consecon.pdf
5)  Plagas: llegó la tucura y apunta a los cultivos de verano http://intainforma.inta.gov.ar/?p=4341
6) Tucuras: cómo controlar una plaga de verano. http://intainforma.inta.gov.ar/?p=24301
7) Tucuras: el objetivo es mantenerlas bajo control http://inta.gob.ar/documentos/tucuras-el-objetivo-es-mantenerlas-bajo-control
Fuente: ENGORMIX
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22 de enero de 2017

Avena. Nueva Variedad ideal para pastoreo intensivo

Se trata de Elizabet INTA, un cultivar que se destaca por su aptitud nutricional, alto rendimiento de forraje, amplia adaptabilidad a diferentes regiones y excelente sanidad. Diseñada para sistemas de producción de carne y leche.

En la Argentina, la avena es uno de los cereales de invierno destinados a la alimentación del ganado más importante del país. De hecho, en la provincia de Buenos Aires se encuentra en el 56 % de la superficie sembrada. Por su versatilidad y valor nutritivo, el INTA Bordenave –Buenos Aires– presentó a Elizabet INTA: un nuevo cultivar que se destaca por el alto potencial de rendimiento de forraje y por su amplia adaptabilidad a diferentes regiones del país.
De acuerdo con Fernando Giménez, especialista en mejoramiento genético de cereales y oleaginosas del INTA, “la obtención de Elizabet INTA generará un cambio cualitativo en el cultivo de avena para pastoreo”.
De hecho, “por las aptitudes para el pastoreo, el altísimo potencial de producción de pasto, la amplia adaptabilidad a diferentes regiones y excelente sanidad creemos que este novedoso cultivar de avena blanca será uno de los más sembrados, tanto en la Argentina como en países limítrofes”, aseguró Giménez.

Giménez: “La obtención de Elizabet INTA generará un cambio cualitativo en el cultivo de avena para pastoreo”.
Desarrollada por el programa de Mejoramiento Genético del INTA Bordenave, y evaluada durante los últimos tres años en ensayos comparativos en más de 10 localidades de todo el país –desde Mercedes (Corrientes) hasta Viedma (Río Negro)–, Elisabet INTA se destacó por su alta y estable producción de forraje.
Con precipitaciones abundantes y un manejo intensivo del ensayo, la nueva variedad alcanzó un récord de producción de forraje: “En cinco cortes, obtuvimos más de 10.000 kilos de materia seca por hectárea”, expresó Giménez.
Elizabet INTA posee una homogénea producción de forraje durante todo el ciclo. Además, gracias a su excelente comportamiento a frío y gran capacidad de rebrote mantiene altas tasas de crecimiento desde fines del otoño y principios del invierno. Para Gimenez: “esta es una de las principales características que la hace muy recomendable para pastoreos intensivos”.
Sin embargo, en comparación con cultivares graníferos y doble propósito como Carlota INTA, tiene un potencial de rendimiento en grano intermedio.
En cuanto al aspecto sanitario, el cultivar presentado por el INTA Bordenave tiene un excelente comportamiento a la roya de la hoja, producida por el hongo Puccinia coronata. “Registramos los niveles de incidencia y severidad más bajos incluso en las localidades donde hay mayor presión natural de esta enfermedad como en Paraná –Entre Ríos–, en Reconquista –Santa Fe– y en Mercedes –Corrientes–”, señaló el investigador del INTA.

Con precipitaciones abundantes y un manejo intensivo del ensayo, la nueva variedad alcanzó un récord de producción de forraje.
Recientemente inscripta en el Registro de Cultivares del Instituto Nacional de Semillas (INASE), la nueva variedad será comercializada por la empresa bonaerense Azcue y Castro Agronomía SRL, de Tandil.
En este sentido, Giménez recomendó comprar semilla legal y de calidad. “Es importante que el productor pueda asegurarse que el cultivar sea el indicado debido a que, de lo contrario, sembrará semillas que solo tendrán un corte, con pobre rebrote y con una producción de forraje de hasta un 80 % menos”, analizó Giménez para quien “al final de cuentas, esto le genera significativas pérdidas económicas”.
Fuente: INTA Informa.

18 de enero de 2017

Efecto de virginiamicina sobre el ph ruminal, temperatura ruminal y temperatura rectal en novillos en finalización

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Resumen

El objetivo de este experimento fue determinar de la suplementación de virginiamicina sobre el pH y la temperatura ruminal y la temperatura rectal. Se utilizaron cuatro novillos de la raza Holstein con un peso 350 kg de peso vivo, habilitados con cánulas tipo “T” en rumen, los animales fueron sometidos a la fase experimental que consistió en cuatro periodos de 14 días para la adaptación de la dieta y cuatro para la toma de mediciones. El experimento fue analizado mediante un cuadrado latino 4 x 4. En las condiciones de este estudio se concluye que existe correlación negativa (-0.02) entre el pH y la temperatura del rumen, para el caso de pH y temperatura rectal se observó correlación positiva (0.41) y finalmente para temperatura ruminal y rectal correlación positiva (0.34).
Introducción
Las dietas con altos niveles de concentrado son comúnmente usadas en la alimentación de bovinos en finalización, debido a que pueden mejorar el rendimiento animal e incrementar la rentabilidad. Debido a este tipo de alimentación en producción intensiva, la incidencia de trastornos metabólicos como la acidosis es frecuentemente padecida por los animales, medir el pH ruminal es útil para medir la acidosis subaguda, se han hecho esfuerzos para medir el pH ruminal mediante un sistema permanente, lo que ha contribuido a una mejor comprensión de la dinámica de pH ruminal con acidosis ruminal subaguda, según Nagaraja y Titgemeyer (2007) informan que la acidosis se presenta a partir de valores de pH ruminal inferiores a 5.5 (subaguda) y 5.0 (aguda). Esto concuerda con Castillo-López et al. (2014) quienes señalan que el aumento de la producción de ácidos como el acético disminuye el pH, lo que desencadena trastornos tales como ruminitis, disminución de la motilidad ruminal así como la disminución de la capacidad de absorción del epitelio ruminal y timpanismo. Al mismo tiempo, como resultado de los intensos procesos de fermentación que se desarrollan con este tipo de dietas, incrementa la temperatura a nivel ruminal, lo cual puede incrementar al mismo malestar en el animal y provocar alteraciones en el consumo de alimento. Aunque Coe et al. (1999), observaron un incremento del pH ruminal y un descenso de L-lactato en rumen en respuesta a la suplementación de virginiamicina, Salinas-Chavira et al. (2009), virginiamicina no afectó valores de pH ruminal ni producción de metano, Al mismo tiempo, no se encuentra en la literatura información que indique el nivel de relación entre virginiamicina y las temperaturas ruminal y rectal, ni entre ambas temperaturas en bovinos alimentados con dietas altas en concentrados.

Materiales y Métodos
El presente trabajo de investigación se realizó en la Unidad de Metabolismo Digestivo del Instituto de Investigaciones en Ciencias Veterinarias de la Universidad Autónoma de Baja California. Se utilizaron cuatro novillos de la raza Holstein con un peso 350 Kg de PV, habilitados con cánulas tipo “T” en rumen, alojados en corraletas individuales con comedero individual y bebedero automático compartido. La dieta basal (Cuadro 1) fue formulada con base materia seca (BMS) y con base a maíz amarillo hojueleado. El consumo (BMS) se ajustó al 2.2% del peso vivo, ofreciéndose durante la prueba alimento fresco en forma diaria en dos porciones iguales a las 08:00 y 20:00 h. Los tratamientos experimentales se muestran en la Cuadro 2. La temperatura ruminal fue medida mediante un termómetro manual, mientras que para la temperatura rectal se utilizó un termómetro GLA M500 Serie 9010. Para la lectura del pH ruminal se utilizó un potenciómetro Hanna, HI991301.

Cuadro 1.- Dietas experimentales

Se utilizó un diseño Cuadro Latino 4x4 con el fin de evaluar la respuesta animal del efecto del nivel de Virginiamicina sobre las variables de respuesta en bovinos alimentados con dietas de finalización. El experimento consistió en cuatro periodos experimentales de 14 días (10 para la adaptación a la dieta y 4 para la recolección de muestras), con siete días de descanso para evitar el efecto de tratamiento anterior.

Cuadro 2.- Tratamientos experimentales

Resultados y discusión
Los resultados se presentan en el Cuadro 3. Acorde con lo observado por Salinas-Chavira et al. (2009), no se observó efecto de virginiamicina sobre el pH ruminal, ni el resto de las variables de respuesta (P ≥ 0.10). Wahrmund et al. (2012), al utilizar una dieta que contenía un 63% de grano, observó que el pH ruminal fue negativamente correlacionado (P≤0.01) con la temperatura ruminal, al igual que Kimura et al. (2012), quienes mencionan que en su experimento (50% grano) hubo una correlación negativa entre el pH ruminal y temperatura ruminal, en el mismo sentido Alzahal et al. (2008) señalan que existe cierta asociación cuando el pH es bajo con un incremento en la temperatura ruminal, al mismo tiempo Mohamed et al. (2014) señalan que el pH ruminal y temperatura ruminal relación negativa con el mínimo de pH ( P <0,001, r = -0.53) y positivamente relacionado con la ingesta de almidón (P < 0,001, r = 0,55), datos de temperatura y pH que coinciden con este experimento, en esta investigación se encontró que el pH ruminal y la temperatura rectal tienen correlación positiva (0.41), referente a la temperatura rectal no se encontró literatura que contenga información. Finalmente se sugiere que es necesaria más investigación para encontrar bases que puedan auxiliar en el desarrollo de un modelo matemático que pueda predecir la relación de pH y temperatura.

Cuadro 3. Efecto de los tratamientos sobre las variables de respuesta

Literatura citada
Alzahal, O., E. Kebreab, J. France, M. Froetschel and B.W. McBride. 2008. Ruminal temperature may aid in the detection of subacute ruminal acidosis. J. Dairy Sci. 91:202-207.
Castillo-Lopez, E., B. I. Wiese, S. Hendrick, J. J. McKinnon, T. A. McAllister, K. A. Beauchemin, and G. B. Penner. 2014. Incidence, prevalence, severity, and risk factors for ruminal acidosis in feedlot steers during backgrounding, diet transition, and finishing. J. Anim. Sci. 92:3053– 3063.
Coe, M. C., T. G. Nagaraja, Y. D. Jum, N. Wallace, E. G. Towne, K. E. Kemp, and J. P. Hutcheson. 1999. Effect of virginiamycin on ruminal fermentation in cattle during adaptation to a high concentrate diet and during on induced acidosis. J. Anim. Sci. 77:2259-2268.
Kimura A., Sato S., Goto H., Yamagishi, M., Okada K., Mizugushi, H. Ito, K. 2012. Simultaneus stimation of pH of reticulum fluids of cows using a radio trasmition pH mesurement sistema. J. Vet. Met. Sci.74:531-535.
Mohamed R., Hünerberg M., McAllister T. A., and Beauchemin K. A. 2014. Characterization of ruminal temperature and its relationship with ruminal pH in beef heifers fed growing and finishing diets. J. Anim. Sci.92:4650–4660.
Nagaraja, T. G., and E.C. Tiggemeyer. 2007. Ruminal acidosis in beef cattle: The current microbiological and nutrition outlolk. J. Dairy Sci. 90( Suppl): E17-E38.
Salinas-Chavira, J., J. Lenin, E. Ponce, U. Sánchez, N. Torrentera and R. A. Zinn. 2009. Comparative effects of virginiamycin supplementation on characteristics on growth-performance, dietary energetics, and digestion of calf-fed Holstein steers. J. Anim. Sci. 87:4101-4108.
Wahrmund J.L., Ronchesel J.R., Krehbiel C.R., Goad C.L., Trostm S.M. and Richards C.J. 2012. Ruminal acidosis challenge impact on ruminal temperature in feedlot cattle. J. Anim. Sci. 2012.90:2794-2801.
 Fuente: ENGORMIX

5 de enero de 2017

La importancia de los ingredientes líquidos en la nutrición de rumiantes en climas calientes

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Resumen

El calor genera la hipertermia en el animal reduciendo la producción animal y pone en riesgo el bienestar de este. Como defensa, el animal disminuye el consumo de nutrientes. Por eso hay que usar estrategias nutricionales que consideran los cambios metabólicos para disminuir el efecto calórico y mantener la productividad. De ahí que el buen manejo de la flora del rumen es clave durante los meses cálidos del verano. Los ingredientes líquidos contienen nutrientes que pueden ayudar en esta estrategia nutricional.
Introducción
El estrés calórico tiene un impacto negativo en la producción de rumiantes tanto en la producción de leche, el crecimiento , reproducción y la salud del rumen que causa una perdida financiera anual en los EEUU estimada en más US$900 millones (St. Pierre et al.,2003). Por eso hay muchas estrategias nutricionales que han sido recomendadas para disminuir los impactos negativos del estrés calórico (West, 1999).
Los ingredientes líquidos pueden ser una muy buena opción para ayudar en estas estrategias. El objetivo de este manuscrito es discutir algunas alternativas del uso de alimento líquido.

Estrategias nutricionales para climas calientes
Hay varias estrategias nutricionales a tener en cuenta durante el estrés por calor. Como el consumo de alimento se disminuye notablemente durante el estrés por calor, una estrategia común es aumentar la energía y la densidad nutrientes (reducción de la fibra, el aumento de los concentrados, y la grasa suplementaria) de la dieta. Además de la preocupación de balancear la energía, reducir el contenido de fibra de la dieta es una estrategia para mejorar el equilibrio térmico de los rumiantes para reducir la temperatura corporal. Sin embargo, aumentar concentrados en las raciones deberá ser considerado con cuidado ya que los rumiantes con estrés por calor son muy propensos a la acidosis ruminal.

La Reducción de Consumo de Materia Seca
La reducción de consumo de materia seca es una de la situaciones más comunes en condiciones de estrés calórico y esto es asumido como un mecanismo de defensa animal en una tentativa de reducir la producción de calor metabólico (Baumgard and Rhoads, 2012). Aunque muchas investigaciones han demostrado que la reducción de consumo solamente es responsable por máximo 50% de la reducción en producción (Rhoads et al., 2009a; Wheelock et al., 2010; Baumgard et al., 2011) todo lo que podemos hacer para mejor el consumo puede ayudar en la disminución del efecto del estrés calórico.
El uso de azúcares como nutriente para aumentar la producción microbiana en el rumen mejora la digestión y consumo de materia seca sobre todo las primeras 4 horas pos ingesta, ya que los almidones tardan al menos 4 horas para ser digestibles. Esta alternativa tiene menos producción de calor (Hall and Herejk, 2001).

La salud del rumen
El rumiante que está en estrés por calor es más propenso a acidosis del rumen. Esto puede explicarse por el aumento de la tasa de respiración, que resulta en aumento de exhalación de dióxido de carbono (CO2).
Para que el sistema de equilibrio de pH sea eficaz en la sangre, el cuerpo necesita mantener una proporción de 20: 1 de bicarbonato (HCO3-) para CO2. Debido a la hiperventilación inducida por el calor y con eso la disminución de CO2 en la sangre, los riñones secretan HCO3- para mantener esta relación. Esto reduce la cantidad de HCO3- que se puede usar (a través de la saliva) para amortiguar y mantener un pH ruminal saludable. Además, el rumiante con estrés por calor rumia menos (debido a la ingesta de alimento reducida y aumento de la respiración), y esta rumia es un estimulador clave de la producción de saliva. Por otra parte, el animal con estrés por calor tiene una producción de saliva reducida, siendo menor la cantidad de agentes bufferantes que entran al rumen. En consecuencia, se debe tener cuidado en la alimentación de raciones "calientes" durante el verano. La calidad de fibra es importante todo del año, ya que tiene una capacidad de amortiguación y estimula la producción de saliva ( Baumgard y Rhoads, 2007), pero genera aún más calor para su fermentación.

Grasa
Una de las estrategias más comunes usada en la nutrición de rumiantes es aumentar la concentración de energía en la dieta. Una de las maneras de hacer esto es incluir grasa en una suplementación líquida ya que la grasa es un ingrediente líquido y se mezcla muy bien con melaza aun sin agentes de suspensión.
El incremento calórico que genera la grasa es 50% menos que los forrajes (Chandler, 1994), por lo que es aparentemente una decisión racional de adicionar grasa y reducir el contenido de fibra de la dieta; sin embargo, hay que considerar los otros efectos de la fibra ya discutidos en la salud del rumen.

Proteína
Se cree que debido a la reducción el consumo de MS, los niveles de proteína en la dieta necesitan ser aumentados durante el estrés por calor o en climas calientes (West, 1999). Sin embargo, hay inconsistencias dentro de la literatura como consecuencias de estos cambios con beneficios positivos y/o negativos reportados (Huber et al., 1993, 1994). Sin embargo, es necesario aumentar el nivel de proteína de la ración ya que hay una disminución de consumo de MS. Pero la proporción de la proteína de la dieta que debe ser aumentada consiste en proteína no degradada en el rumen (D-UIP), ya que el paso neto de proteína microbiana del rumen disminuye con el menor consumo de MS. Esto hace que la formulación de proteína en la ración un verdadero reto, ya que el exceso de amoníaco en el rumen es absorbido para el sangre y debe ser eliminado y esta eliminación tiene un costo energético (7,2 kcal / g de nitrógeno, lo cual aumenta la producción de calor) ya que, este nitrógeno perdido se metaboliza en urea y se excreta en gran parte en la orina (Tyrrell et al., 1970).
En clima caliente, el reto es proporcionar la energía suficiente en la dieta aun con la disminución del consumo, para permitir al animal mantener la productividad, la pérdida de energía debe ser evitada. Así, en animales afectados por el calor, es particularmente importante, no sólo para cumplir con los requisitos de proteínas, pero no excederlos demasiado.
Otra estrategia importante es aprovechar el máximo de la armonía en el rumen para convertirla en proteína microbiana. En este caso los azúcares son mucho más importantes en la dieta que los almidones ya que producen menos calor y son 18% más eficientes en producción de proteína microbiana sobre todo en las primeras 4 horas en el rumen (Hall and Herejk, 2001).
Uno de los aminoácidos no esenciales que tiene gran importancia en los climas calientes es la Glutamina (formado de amonía y glutamato). Dicho aminoácido es una fuente importante de energía para las células intestinales (Singleton and Wischmeyer, 2006). La respuesta a Glutamina en nutrición para vacas en estrés calórico fue demostrado por Caroprese et. al 2013, que observó aumento de producción de leche, grasa y proteína en la leche además de menos células somáticas una indicación clara de un efecto en disminuir problemas de mastitis.

Minerales
La importancia de los minerales en la nutrición animal está muy bien documentada en la literatura con recomendaciones bastante confiables (NRC, 19966). Como ya mencionamos anteriormente, en climas calientes es aún más importante la garantía de que los animales reciban los minerales de manera homogénea en su alimentación ya que la disminución de consumo ocurre frecuentemente. Hay varios trabajos en la literatura que señalan una mejor distribución de minerales y vitaminas cuando están puestos en suspensión comparados con premezclas secas ( Horris, 1996; Prtchar, 1993). Por eso el uso de suspensiones es una estrategia recomendable para animales en climas calientes.

Potasio (K) y Sodio (Na)
En climas calientes, uno de los minerales en los que debemos poner atención es el potasio (K) ya que los bovinos utilizan de ese mineral como su regulador osmótico primario de la secreción de agua de las glándulas sudoríparas. Y debido a la producción mayor de sudor, el nivel de Sodio también debe ser aumentado en la dieta para compensar la disminución de materia seca. Como consecuencia, se incrementan los requerimientos de K y Na, y estos deben ser ajustados en la dieta. Además, los niveles dietéticos de magnesio (Mg +) se deben aumentar, ya que compiten con K + para la absorción intestinal (West, 2002). Una buena fuente de K en los alimentos líquidos es la melaza, por eso al aumentar su inclusión ayuda en términos de minerales y también para aumentar el consumo de materia seca. El sodio es soluble en melaza y puede ser incluido en un alimento líquido muy fácilmente.

Zinc
El zinc en la dieta es esencial para la función de barrera intestinal normal. El zinc suplementario es benefico en una variedad de modelos de enfermedades animales y humanas que se caracterizan por aumento de la permeabilidad intestinal (Alam et al., 1994; Zhang and Guo, 2009). Los mecanismos por los que el zinc mejora la integridad intestinal no se conocen bien, pero pueden incluir: (. Wang et al, 2013) la sobre regulación de las proteínas de unión estrecha (Zhang y Guo, 2009), un papel como la inducción antioxidante a través de las metalotioneínas, y / o el aumento de la expresión de sustancias antimicrobianas como beta-defensinas (Mao et al., 2013). El zinc también es un mineral soluble que puede ser agregado fácilmente en suplementos líquidos.

Antioxidantes
La hipoxia del intestino delgado durante la estrés calórico puede conducir a estrés oxidativo y por consecuencia la producción de radicales libres (Hall et al., 1999). Además, la inflamación intestinal conduce a la pérdida de la capacidad antioxidante (Buffinton y Doe, 1995). Por lo tanto, la suplementación de antioxidantes como el selenio y vitaminas A, E y C en sistema de producción en climas calientes es de gran importancia y debe tener mucha atención. Las vitaminas A y E son liposolubles y debemos incluir grasa en un suplemento líquido para garantizar su absorción y la vitamina C es hidrosoluble y muy fácil de añadir en una suplementación liquida.
La vitamina A puede mitigar los efectos de daño de la mucosa inducida (Elli et al., 2009), además, las vacas suplementadas con β-caroteno durante los meses calurosos aumentan la producción de leche y mejoraran tasas de reproducción (Aréchiga et al., 1998).
El suplemento de vitamina E también aumenta las concentraciones séricas de vitamina A, lo que sugiere un papel protector para la vitamina E (Sahin et al., 2002). En vacas lecheras se la suplementación de E durante el verano mejoro la reproducción (Ealy et al., 1994), sin embargo poca investigación ha examinado sus efectos sobre la producción y el estado inmunitario en las vacas lecheras.
El selenio es parte de las “selenoproteínas” tal como la glutatión peroxidasa, que es un importante sistema depurador de radicales libres en la célula (Loeb et al., 1988). La suplementación con selenio tiene el potencial de reducir la peroxidación lipídica y daño epitelial a la mucosa intestinal y prevenir la translocación bacteriana (Baldwin y Wiley, 2002; Ozturk et al.,, 2002.). Ovejas inyectadas con selenio SA perdieron menos peso en comparación con sus homólogos de control HS (Alhidary et al., 2012). Muchos de los compuestos antioxidantes mencionados anteriormente tienen efectos sinérgicos con otras o con minerales como el zinc (Kucuk et al, 2003;.. Sahin et al, 2002a, 2002b).
La investigación de los efectos de los antioxidantes suplementarios sobre los parámetros de producción es escasa y se necesita más investigación para permitir el desarrollo de recomendaciones de suplementación, especialmente en rumiantes.

El balance catiónico y aniónico
Ya está bien documentado que hay beneficios en mantener un balance negativo DCAD (del ingles Dietary cation-anion difference (DCAD)) durante el periodo seco de las vacas y mantener un balance positivo de DCAD durante la lactación. Esta es una muy buena estrategia para mantener la salud animal y mejorar la producción (Block, 1994). Con base en el mismo principio algunas investigaciones sugiere un mantener levemente positivo (+20 a +30 meq/ 100g de MS) como una buena recomendación para vacas en climas calientes (Wildman et al., 2007). El uso de suplementación liquida puede ser una buena alternativa para alcanzar eso y mantener la palatabilidad de la ración.

Conclusiones
Las altas temperaturas ambientales tienen un efecto negativo en la producción de rumiantes que genera pérdidas económicas en la producción. Algunas estrategias nutricionales son un ejemplo de una táctica ajustable para mejorar los efectos perjudiciales de la hipertermia ambiental.
La salud del rumen es de primordial importancia en climas calientes o en estrés por calor pues estos animales están más propensos a acidosis ruminal. El uso de los ingredientes líquidos es una estrategia y la suplementación de grasa en la dieta es una táctica eficaz durante el estrés por calor, y esto se debe a que el incremento de calor de la alimentación es mucho menor para lípidos (sobre todo en comparación con los forrajes). El uso de una manera más eficiente de proporcionar los minerales y vitaminas que ayudan en caso de estrés calórico también son de mucha importancia.
Es importante que los productores de carne y leche consideren la tecnología disponible para usos de ingredientes líquidos como una herramienta que puede mejorar la producción en climas calientes como el uso de azúcares, grasa, minerales y vitaminas.

Referencias
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